La polémica llegada de Luis Carrión al banquillo del Oviedo ha generado crispación entre la afición. El técnico catalán dependía de una victoria ante el Espanyol en su debut para meterse en el bolsillo a una parte de la afición que no ve su llegada con buenos ojos.
Sin embargo, el técnico azul, con apenas unas sesiones de entrenamiento y con muchos de sus jugadores fuera por el parón de selecciones, no pudo hacerse con el partido ante el conjunto perico en el Tartiere (0-2). Un mal resultado para su reestreno a los mandos de los carbayones. Pero no todo son malas noticias. Hay un dato que invita al optimismo de una afición que quiere ver sumar a los suyos para abandonar la zona de descenso lo antes posible: la primera etapa “carrionista” en el Oviedo comenzó también con derrota. Era septiembre de 2023. Álvaro Cervera, entrenador azul por aquel entonces, fue destituido tras sumar dos puntos de dieciocho posibles. La escuadra oviedista marchaba colista de la clasificación y el Grupo Pachuca decidió contratar a Carrión, un técnico que jugaba a lo opuesto que su antecesor en el banquillo. El catalán transformó al Oviedo en una máquina ofensiva en apenas una jornada. Llegó entre semana y tuvo poco tiempo para preparar su primer partido. El resultado, derrota por la mínima en el Tartiere ante el Valladolid (0-1). Cabe recordar, además, que no era cualquier rival. El conjunto pucelano terminó subiendo como primer clasificado aquella temporada. Pero los ánimos no se vinieron abajo y Carrión continuó trabajando. Tenía confianza en los suyos. Tanto es así, que tras la derrota ante el Valladolid en casa, el conjunto del técnico barcelonés enlazó nueve jornadas sin conocer la derrota. Casi un cuarto de competición. Ganó al Eldense en el Pepico Amat (1-3), al Huesca en casa (1-0), empató con el Leganés a ceros (equipo que también ascendió directo), venció al Albacete por 3-0, empató con el Amorebieta (0-0), superó al Alcorcón (2-0), igualó con el Zaragoza (0-0) y contra el Cartagena (1-1), y se impuso al Eibar en casa (2-1). La racha terminó con la derrota en Anduva ante el Mirandés (2-1).
El resultado final es de sobra conocido por todo el oviedismo. Carrión pasó de llegar con el equipo como último clasificado a meterlo en la final del play-off de ascenso a Primera División. Aquello era Segunda, y ahora evidentemente el nivel y la exigencia no es la misma. Sin embargo, Carrión tiene en su mano dar con la tecla para revertir los malos resultados de las últimas jornadas. Próxima oportunidad ante el Girona en Montilivi (sábado, 14 horas).
Via: The New Spain