Hace poco más de un año que Elia Tortolero Orejuela fue nombrada delegada del Gobierno de la Generalitat en la Catalunya central. Antes, ya había sido concejala de su municipio, Sant Joan de Vilatorrada; senadora o portavoz nacional del Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC). Al margen de la política, había sido docente de infantil y primaria, había dirigido una guardería y había ejercido como coordinadora pedagógica. En esta entrevista, que se dividirá en tres partes, responde a las preguntas de Regió7 (del grupo PRENSA IBÉRICA) y a las cuestiones que le trasladan representantes de la sociedad civil y tres escolares del territorio.
¿Quiere hacer una autoevaluación?
Una de las mejores decisiones del presidente ha sido nombrar a personas que venimos del ámbito municipal. Eso nos proporciona una experiencia útil para resolver los problemas del día a día. Además, el equipo de la Catalunya central está muy comprometido, integrado por expertos en sus respectivos ámbitos.
¿La nota?
No me corresponde a mí ponerla. En todo caso, eso lo deberían decir las alcaldesas y los alcaldes.
La educación, la salud y la vivienda fueron las tres prioridades que fijó cuando accedió al cargo.
Aún hay déficits, sí. Por ejemplo, hay escuelas e institutos que necesitan mejoras. Y se deben construir nuevos… Todo sería más fácil con presupuestos. El reequilibrio territorial es otro reto. Los municipios rurales son una joya, en especial después de la pandemia. Por lo tanto, debemos cuidarlos.
La extrema derecha avanza.
Sobre todo, me preocupan nuestros jóvenes, porque hay muchos que se están acercando a esta ideología. Esta es una asignatura pendiente de las familias, no solo de las escuelas. Si los líderes populistas se encargaran de la gestión como es debido, no lanzarían esos mensajes que no llevan a ningún lado. Su discurso no se puede aplicar, lo sabemos las personas que tenemos experiencia en la administración. Las prioridades reales son otras. Es muy fácil sentarse en un estrado para hablar y hablar.
JOAN SOLÀ, presidente de la Asociación de Micropueblos de Catalunya
El artículo 54 del Estatuto de los Municipios Rurales habla de servicios digitales, y concretamente dice: “Corresponde a la Generalitat garantizar una conectividad fiable y de calidad, de fibra óptica y móvil, por medio de redes de infraestructuras que permitan una transmisión adecuada de datos entre la ciudadanía, las empresas y la Administración, para alcanzar la igualdad de oportunidades y de capacidad de acceso a las redes”. ¿Qué se debe hacer en este aspecto en los micropueblos de la Catalunya central? ¿Y en qué plazos?
La Generalitat está trabajando en ello, dentro de sus competencias, para garantizar una conectividad digital de calidad en todo el territorio, también en los micropueblos de la Catalunya Central, pese a las limitaciones que supone operar en un mercado liberalizado y bajo una regulación estatal y europea. Actualmente, se están planificando los últimos 1.500 km de la red pública de fibra óptica, en colaboración con las diputaciones, con el objetivo de que todos los operadores puedan acceder a esta infraestructura troncal y facilitar así el despliegue final hasta hogares y empresas. Paralelamente, el nuevo protocolo TelcoCat creará una mesa de trabajo estable entre Gobierno, municipios y operadores para coordinar actuaciones, mejorar la calidad del servicio y asegurar la cobertura en municipios pequeños, dispersos o con varios núcleos. El compromiso del Gobierno es completar la red troncal antes de finalizar esta legislatura, y consolidar, en el mismo plazo, una metodología de trabajo y avances significativos en conectividad que permitan garantizar la igualdad de oportunidades digitales en todo el territorio.
ANNA E. PUIG, abogada y activista cultural
Considerando la importancia de la cultura popular (castells, pastorets, gigantes, diablos, fiestas mayores, etc.) como elemento cohesionador e identitario en el territorio, y sabiendo que gran parte de esta se sustenta en el esfuerzo y la dedicación de las entidades sin ánimo de lucro, ¿qué medidas han previsto para dar apoyo, tanto a escala logística como de financiación o reconocimiento, a las entidades de cultura popular de la Catalunya Central? Así se garantizaría su continuidad y el relevo generacional, especialmente en el contexto actual de retos económicos y de sostenibilidad asociativa.
La cultura popular es uno de los pilares fundamentales de la identidad colectiva y de la cohesión social de nuestro país. Por este motivo, el Departamento de Cultura, a través de la Dirección General de Cultura Popular y Asociacionismo Cultural, trabaja para dar apoyo activo al tejido asociativo que la hace posible, especialmente en la Catalunya Central, donde tiene una fuerte raíz territorial. Este compromiso se concreta en más de 12 millones de euros anuales destinados a ayudas específicas que pueden solicitar entidades y organismos locales a través de las convocatorias de la OSIC. Las principales líneas incluyen subvenciones para actividades y festivales de cultura popular, restauración de equipamientos e imaginería festiva, producción de espectáculos, adquisición de equipamiento tecnológico o apoyo a federaciones y ateneos. También se ofrecen becas de formación e investigación en ámbitos como la música y la danza de raíz tradicional, o el patrimonio etnológico, con el objetivo de garantizar el relevo generacional y la transmisión del conocimiento. Además del apoyo económico, se trabaja para fortalecer las redes entre entidades, equipamientos culturales y ámbitos profesionales, potenciando sinergias e intercambios creativos. En el ámbito del reconocimiento, la Generalitat impulsa el Día del Asociacionismo Cultural (4 de junio), que valora la labor imprescindible del voluntariado y la vitalidad de las entidades del país.
SERAFÍ SANLLEHÍ GONZÁLEZ, estudiante de 3º de ESO
¿Por qué en política se permiten peleas y faltas de respeto que no se permitirían en la escuela?
Tienes toda la razón de que, a veces, en política se ven discusiones o formas de hablar que no son un buen ejemplo. Y no debería ser así. En política, como en la escuela o en cualquier lugar, el respeto es esencial. Lo que pasa es que los políticos debatimos temas que afectan a mucha gente y a menudo lo hacemos con mucha pasión, porque las decisiones son importantes y no todo el mundo está de acuerdo. Pero eso no justifica perder las formas. Nuestro reto es defender las ideas con firmeza pero sin faltar al respeto a nadie. Y te aseguro que muchos intentamos trabajar para que el debate político sea cada vez más respetuoso, como el que querríamos que hubiera en cualquier aula.
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