En un curso complicado para el Girona, duramente afectado por un mercado de fichajes que debilitó la plantilla de Míchel, Bryan Gil regresó al conjunto catalán tras su cesión de la temporada pasada. Llegó con la ilusión de convertirse en uno de los futbolistas más desequilibrantes del equipo.
A sus 24 años, el extremo atendió al programa de radio ‘Qué t’hi Jugues!’ de la Cadena SER para valorar el inicio de temporada antes de medirse al Barça de Hansi Flick en Montjuïc.
El regreso a LaLiga
En el verano de 2021, el Tottenham pagó 25 millones de euros al Sevilla para llevarse al atacante andaluz, que venía de firmar una grandísima temporada en las filas de la SD Eibar. Sin embargo, no encontró continuidad en Inglaterra y regresó a LaLiga en calidad de cedido.
El Girona, que iba a disputar la Liga de Campeones por primera vez en su historia, confió en él para cubrir la marcha de Savinho. Sin embargo, esa aventura se truncó antes de tiempo por una grave lesión.
Nueva oportunidad
Con 4 goles y 3 asistencias en 32 partidos, Bryan Gil se despidió de la temporada en marzo, pero ya había dejado un buen recuerdo en Girona. Quique Cárcel, tras las salidas de Miguel Gutiérrez, Yangel Herrera y Ladislav Krejci, no dudó en cerrar de nuevo su llegada.
Bryan Gil, presented with Girona / @GironaFC
“Después de tantas cesiones era importante estar en un club como el Girona, que apuesta por mí y me da esa estabilidad. En Inglaterra me faltaron oportunidades. Estuve cuatro años y no pude salir como titular más que en seis o siete partidos”, explicaba Gil, quien llegó a recibir la llamada de la selección absoluta española hace un tiempo y confía en poder recuperar ese gran nivel en Montilivi.
“Estoy en plena forma y cogiendo ritmo de partido. En el Girona hay un grupo con ganas de crecer, joven y trabajador, y la idea de juego de Míchel fue lo que me hizo decidir venir aquí“, añadió el jugador de Barbate, que suma una asistencia en cinco partidos esta temporada.

Bryan Gil, during the League match against Valencia / EFE
Su llegada, sin embargo, habría sido mucho más complicada sin la presencia de Míchel Sánchez en el banquillo. “La ambición que tiene el míster por mejorar a cada jugador y su exigencia es lo que hace que los futbolistas le aprecien tanto. Estamos en una dinámica de crecimiento y todavía queda mucha liga”, reconoció el extremo, que quiere cambiar la mala dinámica del Girona cuanto antes.o antes.