Europa está siendo el analgésico del Celta. El conjunto vigués ha encontrado en la competición la manera de aliviar esos los dolores de cabeza que está suponiendo lograr la primera victoria en LaLiga. Los celestes se impusieron esta noche ante un Niza que vendió muy cara su derrota pese a jugar más de medio partido en inferioridad. El Celta se dispara en la clasificación con seis puntos en tres partidos en la noche de Iago Aspas. La leyenda de Moaña, en el día que superó a Manolo como el futbolista que más veces ha vestido la camiseta azul cielo, abrió el marcador y volvió a ser el referente que guió a sus compañeros después del empate de los franceses.
El Niza, mejor en la primera media hora en la que consiguió igualar el tanto de Aspas en el primer minuto, se vio condenado a defender todo lo que quedaba tras la expulsión de su capitán. Pero se defendió bien. El asedio del Celta fue asfixiante. Una llegada peligrosa detrás de otra y ninguna terminaba con el balón en la red. Hasta que Marcos Alonso filtró un pase interior a Borja Iglesias, que remató con la zurda, provocó una carambola y la pelota terminó dentro tras rebotar contra un central.
Los tres puntos parecían a salvo. Pero el Celta, que siempre encuentra la manera de complicarse, tuvo que evitar que el Niza volviese a empatar en una sucesión de corners final. Europa reanima a los de Giráldez, que cogen aire y confianza de cara al partido del próximo domingo en Pamplona.