Real Madrid midfielder Arda Guler (l) fights for the ball with Weston McKennie of Juventus / Sergio Pérez / EFE
Entre tantas estrellas, a veces los jóvenes tienen que gritar fuerte para que se les escuche. Y tanto Arda Güler como Fermín López lo están haciendo. En una semana marcada en rojo en el calendario con Champions y un clásico a la vista, los dos jóvenes de Madrid y Barça se han reivindicado. Con fútbol, con actitud… y con un protagonismo que, a principio de temporada, nadie esperaba.
Güler ha dejado huella ante la Juventus: no se ha cansado de pedir la pelota, ha acelerado el juego entre líneas y se ha atrevido con el balón parado, unos galones que no tenía con Ancelotti. Su control y su continuidad explican por qué Xabi Alonso le está dando foco en noches europeas. El turco juega con una madurez impropia de su edad y transmite la sensación de que todo pasa por sus botas.
Por parte del Barça, Fermín llega incendiado: tres goles ante Olympiacos para firmar su noche más contundente en Europa. Tiene llegada, pegada y una energía que ahora mismo no tiene ningún otro centrocampista del equipo. Llega desde segunda línea, aparece en zonas de remate y no se apaga sin balón. Con el Barça de Hansi Flick necesitado de chispa en los partidos grandes, Fermín es el cambio que altera el ritmo y castiga a defensas cansadas. Ya sabe lo que es marcar en el Bernabéu y llega con la navaja bien afilada.
Los dos alcanzan el Clásico con argumentos y una titularidad que hace unos meses habría parecido impensable. Ya no son promesas: son realidades capaces de decidir un partido grande.
Güler y Fermín no tienen minutos por casualidad. Ofrecen soluciones concretas para un Clásico de márgenes finísimos: el talento y el último pase de Arda frente a la llegada y el hambre de Fermín.