Es, según su editorial, “la mayor conspiración que haya conocido el fútbol español”. La sufrió, según sus editores, Luis Rubiales, que en 2023 renunció a su cargo tras desatar una polémica de alcance internacional. Ahora, el ex presidente de la RFEF anuncia la publicación de su propio libro, titulado ‘Matar a Rubiales’.
Su editorial, Última Línea, explica el proyecto. es un libro escrito en primera persona por “el damnificado de la mayor conspiración que haya conocido el fútbol español y de una de las persecuciones injustas más duras y crueles de la democracia española”, en el que se desvelan “nombres e intereses de la ‘vieja aristocracia’ del balón, que aliada con algunos ministerios, los intereses del propio gobierno, el feminismo de salón y el mundo ‘woke’, consiguieron algo inédito en las democracias más avanzadas: el asesinato civil y la condena mediática de ‘agresión sexual’ por el beso más inocente transmitido en directo a más de 300 millones de espectadores”.
“Un beso que aún no tiene sentencia firme”, insiste la editorial en su texto. El libro saldrá a la venta el próximo 13 de noviembre.
‘Kill Rubiales’ / –
En su texto para anticipar la publicación del libro, la editorial expone de manera clara su postura: “de manera sostenida se han ‘fabricado’ mentiras e infundios contra él, en un modus operandi que ha servido de coartada para acompañar denuncias ante los tribunales, con el fin de catalogarle ante la sociedad como corrupto”.
En el adelanto del libro, Rubiales responde a varias cuestiones, entre ellas. “¿Cómo explicar esa dimisión, si Rubiales con sus políticas de apoyo al fútbol femenino lo había llevado a la cima del deporte mundial; si el presupuesto de la Real Federación Española de Fútbol había crecido desde los 141 millones de euros cuando accedió al cargo a más de 400 millones cuando renunció a la presidencia?”.
El comunicado añade que en el libro de Rubiales, “el autor aporta pruebas documentales no sólo de su inocencia, sino de la más que presumible procedencia de estas sucias y falsas acusaciones de las que ha sido objeto”.
“Por fin se cumplía la consigna que, poco años antes, había salido de un despacho cercano a la M-30 de Madrid: Hay que ‘matar a Rubiales”, concluye el texto de la editorial.
