Velocidad crucero de victoria en victoria y en otro festival ofensivo. La Laguna Tenerife ha sumado su tercer triunfo, en otros tantos encuentros ligueros, esta vez tras tumbar al UCAM Murcia por 96-80 en un partido que arrancó con mucha incomodidad para los isleños (4-10), pero en el que se fueron reponiendo poco a poco para ya tenerlo relativamente encarrilado al descanso (47-32).
En una segunda parte casi sin historia y en la que el conjunto de Txus Vidorreta contuvo todo intento de los visitantes para tratar de apretar el marcador, el Canarias acabó cerca de la centena (96 puntos) y con la sensación de casi no despeinarse para ello. Hasta cinco jugadores del bando isleño acabaron por encima de la decena en anotación: Giedraitis (17 puntos y ocho rebotes para 22 de nota), Jaime Fernández (13 tantos y cinco asistencias), Fran Guerra (12) y Shermadini (13).
700 partidos de Huertas
El quinto, Marce Huertas, autor de 19 puntos y seis asistencias en el día en el que cumplía 700 partidos en la Liga Endesa. El brasileño se vio acogotado de inicio (cinco pérdidas), pero luego llevó el partido al ritmo que más quería su equipo para firmar una plácida victoria.
Pese a esa renta final, se topó de entrada el Canarias con un torbellino de color grana. Y es que el UCAM no solo fue sumamente vertical en ataque, sino que mordió todo lo que pudo y más desde el primer centímetro de pista rival. Ese desempeño ahogó por completo a Huertas (dos pérdidas) para desnortar a los locales (4-10).
Con Fitipaldo ya al timón para superar la primera línea de fuego, el Canarias logró conectar varias veces con Shermadini, encontró algo de aire fresco con la entrada de Fernández y además empezó a sacar tajada del bonus (6/6) en el que tan pronto entró el Murcia como consecuencia de su desmesurada actividad atrás.
Solidez defensiva
Con una mayor estabilidad ofensiva, el Canarias también se mostró más sólido en defensa. Tanto en el 1×1 como para cerrar su rebote. Logró fabricar así el cuadro aurinegro un parcial de 13-2 tras un triple de Giedraitis que nació tras la enésima mano que mete este curso Jaime para robar (17-12, 7′).
En medio de un juego vertiginoso sin apenas respiro, el Murcia se recuperó volviendo a tirar de verticalidad, esta vez la de Sant-Ross y Radebaugh (19-19, 9′). Pero el Canarias no perdió esa robustez cerca de su aro con la que había dado previamente, mientras que delante se encomendó primero al momento dulce de Fernández (24-19), y después, a caballo entre el final del primer acto y el inicio del segundo, a un Huertas mucho más liberado.
Mientras atrás el Canarias lograba que tres tiros seguidos del Murcia no tocaran ni aro, en ataque el base brasileño anotó por su cuenta y asistió para Guerra para firmar un parcial de 13-3 que dio a los locales su máxima renta hasta ese momento (32-22), obligando a Sito Alonso a pararlo de nuevo.
Ahí, y pese al triple de Fernández (35-26), el cuadro aurinegro entró en cierta espesura ofensiva, a la vez que tuvo que apretar los dientes para minimizar daños ante la insistente verticalidad de un oponente que sin pívots capaces de producir y negado desde el arco (0/10 al descanso) tuvo el citado recurso su casi única vía de escape. Pero con esa suma rival a cuentagotas La Laguna Tenerife no solo mantuvo a buen recaudo su colchón (37-30), sino logró dispararse antes del intermedio.
Lo hizo bajo los mandos de la dirección de Huertas (cuatro asistencias en el periodo) y Guerra, tanto en la anotación (seis puntos) como en el reparto de juego para fabricar un nuevo estirón justo antes del intermedio. Esta vez de 10-2 culminado desde la esquina por un Giedraitis también intenso a más no poder en la parcela defensiva (47-32).
Intercambio de golpes
Llegó a estar 17 arriba el Canarias al arranque del tercer acto (49-32) con un Guerra de lo más versátil en ataque. Pero entre que el Murcia trató de trabar el duelo con una zona 2-3 y que DeJulius reeditó su puesta en escena del inicio del partido, esta vez con nueve puntos en menos de cinco minutos, el cuadro isleño no terminó de romper el duelo (57-44).
DeJulius siguió a lo suyo (14 puntos en siete minutos), pero con ese único recurso de su rival el Canarias tampoco vio peligrar su confortable situación. Básicamente porque también Huertas tomó protagonismo ofensivo en un constante toma y daca (22-21) colectivo que derivó en un 69-53 con menos de dos minutos para el final del tercer acto.
Incluso, y en ese intercambio sin tregua, tres libres de Giedraitis devolvieron a los locales a su máxima renta del choque (72-55). Los mismos de diferencia (74-57) con lo que llegaron los de Vidorreta al final del acto. Notable mérito aurinegro no por la ventaja en sí, sino por haber sido capaz de nuevo de sofocar otra pequeña insurrección de su contrario.
Sin necesidad de mantener su mejor versión, con algunos errores relativamente sencillos y pese a un par de despistes defensivos, a poco que sumó, el Canarias dio continuidad en el tiempo al tamaño de renta (78-62, 80-64 y 82-66). Todo mientras el tiempo se consumía poco a poco hasta certificarse el triunfo, para el tres de tres, que puede dejar al Canarias como líder de la competición al término de la jornada.
Via: The Day – The Opinion of Tenerife