El FC Barcelona llega a la Asamblea de Socios Compromisarios de este domingo 19 de octubre con una radiografía económica compleja: avances notables en generación de ingresos y control del gasto deportivo, pero también desequilibrios estructurales que siguen condicionando el futuro inmediato.
Tras tres ejercicios marcados por las ‘palancas’ y los ajustes contables, la junta directiva de Joan Laporta presenta cifras que invitan a una lectura matizada. Hay luces que demuestran capacidad de reacción en la gestión, pero también sombras que recuerdan la fragilidad del modelo financiero mientras el Espai Barça y la deuda siguen presionando el balance.
Control sobre la masa salarial relativa | La masa salarial deportiva se mantiene por debajo del 60 % (53-54%) de los ingresos operativos, tras recortes y amortizaciones diferidas. Aunque la cifra absoluta sigue siendo elevada (más de 600 M€), el peso sobre la facturación es menor que hace dos temporadas. El club recupera margen de maniobra frente al ‘fair play’ de LaLiga, aunque aún no alcanza los niveles óptimos de sostenibilidad.
EBITDA / rentabilidad operativa emergente | El beneficio antes de amortizaciones, intereses e impuestos (EBITDA) se sitúa en 190,891 M€, lo que indica que el resultado operativo, sin tener en cuenta las operaciones extraordinarias, muestra una tendencia positiva. El Barça empieza a generar músculo operativo tras años de dependencia de plusvalías y ventas excepcionales.
Ingresos récord y crecimiento de la explotación (con un asterisco importante) | Los ingresos de explotación se sitúan en torno a 986 millones de euros, un aumento de 225 millones respecto al curso anterior. El área comercial alcanzó 556,8 millones, impulsada por patrocinios como el de Nike (259 M€) y nuevos acuerdos globales. La división de Barça Licensing & Merchandising (BLM) elevó su facturación a unos 151 M€, un 41 % más que el ejercicio previo. El crecimiento real de la actividad ordinaria consolida al Barça entre los clubes con mayor capacidad de generación de ingresos en Europa (No obstante, la contribución al resultado consolidado del club por parte de BLM fue únicamente de 1,9 millones en 2024; la memoria de las cuentas anuales de 2025 no facilita esta información).
Reformulación contable y ajustes retroactivos | La reexpresión de ejercicios anteriores para reflejar correctamente el valor de activos y amortizaciones ha mejorado la transparencia, pero dificulta la comparación interanual. Las cifras revisadas corrigen distorsiones del pasado, aunque también evidencian que algunos beneficios comunicados eran en realidad pérdidas latentes. Mayor rigor contable, pero con efecto reputacional: la confianza se reconstruye a base de transparencia tardía.
Dependencia de palancas / operaciones extraordinarias | El peso de los ingresos extraordinarios sigue siendo determinante: en el periodo 21-25 las palancas suman 860 millones. Sin ellas, el resultado neto seguiría en terreno negativo. La viabilidad a corto plazo se sostiene en operaciones no recurrentes; el reto es sustituirlas por generación ordinaria de caja. Sin estas palancas, las pérdidas acumuladas en el mandato de Laporta serían de 1.287 millones de euros.
Gastos de estructura / costes generales en aumento | Aunque el gasto deportivo se contuvo, los costes administrativos y de gestión crecieron un 8 %, situándose cerca de 100 M€. Parte de este aumento se explica por la reactivación de secciones y el retorno de actividad tras la pandemia. La estructura se ensancha de nuevo y presiona el equilibrio financiero si los ingresos no mantienen su ritmo.
Pérdidas netas estructurales / resultado final negativo | A pesar de las operaciones de emergencia, el resultado consolidado del ejercicio arroja una pérdida próxima a -17 M€. El club sigue sin cerrar un ejercicio con beneficios reales y sostenibles.
Patrimonio neto negativo severo | El patrimonio neto continúa en terreno negativo, en torno a -153 M€, pese a las aportaciones de capital simbólicas y las ventas de activos. Esta situación limita la capacidad de endeudamiento y exige vigilancia continuada por parte de los auditores. El desequilibrio patrimonial es la principal alerta estructural del Barça.
Valoraciones de Barça Productions / deterioros contables | Las valoraciones de Barça Productions y sus sociedades vinculadas siguen siendo objeto de debate: la depreciación de parte de esos activos podría obligar a registrar deterioros adicionales. Las auditorías recomiendan prudencia en su estimación futura. Los activos vinculados a las ‘palancas’ podrían perder valor y generar nuevos impactos negativos en el balance.
Deuda neta/deuda total | La memoria oficial reporta que la deuda neta “LaLiga” es de 469,414 millones de euros, con una mejora de 90,890 M€ respecto al ejercicio anterior. En cuanto a deuda total/pasivos, fuentes periodísticas indican cifras mucho más elevadas: pasivos totales del club (deudas + provisiones) ascienden a 2.172 millones de euros (incluyendo deuda a corto y largo plazo, según las cuentas anuales y la memoria. También se señala que el club “ha dispuesto de 908 millones de euros” del Fondo de Titulización del Espai Barça, que ahora se suma a la deuda ordinaria. Dentro del “Espai Barça”, se informa que 891,242 M€ corresponden a deuda a largo plazo y 16,480 M€ a intereses de corto plazo. a Partido Único. La deuda neta es de 1,258 millones de euros.
Una travesía entre la reacción y la fragilidad
La Asamblea de Compromisarios del próximo domingo se presenta como un examen de madurez económica. El club ha demostrado capacidad para volver a generar ingresos récord y controlar el gasto, pero aún arrastra las consecuencias de un modelo tensionado por deuda, activos inflados y dependencia de ingresos no recurrentes.
El mensaje de la directiva será de optimismo prudente: el Barça está recuperando músculo, pero todavía no ha alcanzado estabilidad. La sostenibilidad real dependerá de tres factores que sobrevolarán la asamblea: la evolución del Espai Barça, la reducción efectiva de deuda y la capacidad para mantener beneficios sin recurrir a palancas.
El termómetro económico, por tanto, marcará verde en ingresos, ámbar en gestión y rojo en estructura patrimonial. La foto global invita a la reflexión más que al triunfalismo: el Barça progresa, pero aún camina sobre terreno frágil.