El Mundial Sub-20 de Chile ha coronado a Marruecos como nuevo rey del fútbol juvenil y ha dejado nombres que ya suenan con fuerza en Europa. Othmane Maama, elegido Balón de Oro del torneo, encabeza una generación repleta de talento con atacantes superdotados a nivel técnico como Yassir Zabiri o Gassime Yassine. Sin embargo, en Chile han brillado otros cracks más allá del combinado marroquí y que apuntan a futbolistas diferenciales en el futuro. En SPORT, repasamos siete de ellos.
Othmane Maama, el Balón de Oro
Elegido mejor jugador del torneo, el futbolista del Watford ya es historia de los Mundiales Sub-20. A sus 20 años, nacido en 2005, el extremo derecho marroquí, con un gol y cuatro asistencias, se ha destacado como una de las grandes perlas del fútbol mundial. Ambidiestro, potente y con un golpeo letal, tiene condiciones para ser determinante en las grandes ligas.
Extremo clásico, insistente y con la portería entre ceja y ceja, es un futbolista que transmite peligro cada vez que entra en contacto con el balón. Busca el choque, reta a su defensor siempre que puede y encuentra soluciones al llegar a la línea de fondo, ya sea con centros al segundo palo o pases tensos al primero. Por 1,3 millones de euros, el Watford cerró una operación magnífica hace escasos meses.
Yassir Zabiri, el ‘killer’ marroquí
Cuando el Famalicão pagó 600.000 euros por Yassir Zabiri en el verano de 2024, no fue solo una apuesta, sino una muestra de fe absoluta en uno de los grandes talentos de Marruecos. Tras este Mundial Sub-20, en el que el combinado se coronó como el mejor equipo del mundo, pocas dudas hay sobre su inmenso talento. Si mantiene la concentración y la fortuna lo acompaña, hará carrera en los mejores clubes del planeta.
A sus 20 años (2005), el delantero centro marroquí es un ariete especial. Zurdo, trabajador, con una definición letal y una calidad excepcional, puede jugar también en las dos bandas, aprovechando su uno contra uno y su velocidad. Un delantero muy completo que cerró su torneo on cinco goles en seis partidos (dos de ellos en la final contra Argentina) y un lanzamiento de falta que ya es historia del torneo.
Milton Delgado, un pivote especial
No todo pueden ser atacantes. Argentina, en este sentido, cuenta con un ‘5’ tremendamente interesante. Milton Delgado es el ejemplo perfecto de jugar con intención. A sus 20 años (2005), ya forma parte de uno de los grandes equipos del país, Boca Juniors, y en el Mundial Sub-20, donde ha dado dos asistencias, ha demostrado toda su calidad.
Sus pases son hacia adelante, con la intención de hacer progresar al equipo, una característica que diferencia a un buen pivote de uno realmente diferencial. Con él en el campo, los futbolistas de ataque encuentran continuidad, algo difícil de conseguir. Pese a medir 1,66 metros, es un gran recuperador, lo que demuestra su inteligencia sobre el campo. Un metrónomo que no negocia el esfuerzo.
Gassime Yassine, el talento más puro de Marruecos
Es difícil no incluir a los atacantes de Marruecos en esta lista, y Gassime Yassine no podía quedarse fuera. Sin duda, es el talento más puro del combinado marroquí. Zurdo, de complexión menuda y con tendencia a ir hacia adentro, es un futbolista de banda cada vez menos frecuente en el fútbol moderno.
Actualmente en el Dunkerque, de la Ligue 2, su visión, creatividad, último pase y gol lo destacan como un jugador listo para dar el salto a una gran liga europea a sus 19 años (2005). Cerró su Mundial con dos goles, tres asistencias y varias jugadas brillantes que sus rivales solo pudieron frenar con faltas. Un generador de peligro constante, de esos jugadores capaces de condicionar sistemas defensivos enteros.
Néiser Villarreal, el goleador colombiano
Jugador del Cruzeiro desde enero, el delantero procedente de Millonarios demostró con cinco goles por qué motivo es considerado uno de los jugadores más interesantes de Sudamérica. Fue cogiendo ritmo poco a poco, pero marcó dos tantos en octavos y un ‘hat-trick’ (tres goles en un mismo partido) ante España en cuartos de final, llevando a Colombia hasta las semifinales, donde se notó su ausencia por sanción.
Con 1,86 metros de altura, el ‘killer’ colombiano de 20 años (2005), destaca por su presencia física, su remate y su potencia para atacar espacios. Cualidades que, como informó SPORT en su día, sedujeron al Barça, que negoció con el jugador en el primer semestre de 2025. Sin embargo, el ‘Fair Play Financiero‘ y, sobre todo, el descenso del Barça Atlètic a Segunda RFEF hicieron inviable la operación.
Gilberto Mora, el prodigio mexicano
Con solo 17 años (2008), el futbolista del Club Tijuana fue el gran reclamo de México en el Mundial Sub-20, y no es para menos. Mediapunta de gran clase y con una capacidad para leer el fútbol sobresaliente, firmó tres goles y dos asistencias en un torneo muy completo. Prueba de ello fue el gran interés que mostraron sus rivales por apagar su magia, a menudo mediante acciones antirreglamentarias.
Conocido como el ‘Pedri’ mexicano, por la tranquilidad que transmite cuando está en contacto con el balón, todo apunta a que podría formar parte de la convocatoria de Javier Aguirre para el Mundial de 2026. De lograrlo, y participar además en el Mundial Sub-17 que se celebrará en noviembre, podría disputar tres mundiales en nueve meses. Una excelente noticia para los aficionados. Sin duda, el prodigio del país.
Gianluca Prestianni, de suplente a estrella
Las ausencias de cracks como Franco Mastantuono, Claudio Echeverri o Aaron Anselmino empujaban a Prestianni a asumir un papel protagonista en este Mundial Sub-20. Y el extremo derecho de 19 años (2006), lejos de defraudar, acabó siendo el futbolista determinante de Argentina en los momentos clave.
Empezó como suplente, pero fue MVP en cuartos de final y semifinales. Con dos asistencias en cinco partidos, mostró aquello que convenció al Benfica para ficharlo de Vélez Sarsfield por casi 10 millones de euros: descaro, regate y pegada. Un puñal que se quedó sin premio en la final.