El campeonato francés vuelve a ser noticia. ‘Les Lions’ están ultimando en las últimas horas la cesión del lateral derecho Hans Hateboer, del Stade Rennes. Para ello se beneficiarán de una normativa vigente únicamente en Francia y conocida popularmente como ‘el comodín’ o ‘cláusula jóker’, que les permite fichar a jugadores e inscribirlos entre ventanas de transferencia.
¿En qué consiste esta cláusula?
Los clubes de Ligue 1 y Ligue 2, de acuerdo con el artículo 213 del Reglamento Administrativo de la LFP sobre la contratación de jugadores fuera del periodo de inscripción, pueden hacer un fichaje excepcional llamado ‘jóker’ entre el cierre de la primera ventana de fichajes (verano) y la apertura de la ventana complementaria (invierno).
Este jóker solo puede ser un futbolista con licencia de ‘jugador’ emitida por la FFF, la LFP o una liga regional (en la temporada actual o como última licencia registrada). La norma permite solo permite una transferencia en estas condiciones por club y está sujeta a todas las reglas del estatuto del jugador.
Comodín por temas de salud
Además, los clubes de futbol profesional franceses también pueden fichar fuera de mercado si fallece un jugador con contrato; el portero o su suplente sufre lesión grave (solo pueden fichar otro portero); o si un jugador se lastima gravemente con la selección de Francia y está 3 o más meses de baja.
La gravedad la certifica el médico federal, y durante tres meses no pueden coincidir en el acta el futbolista lesionado y el sustituto. El refuerzo debe tener (o haber tenido) licencia FFF/ LFP/ Liga regional, y el club debe respetar cupos de extracomunitarios, control DNCG (Dirección Nacional de Control de Gestión) y la normativa profesional.
Otros supuestos en los que los clubes pueden fichar entre ventanas
Siguiendo con la normativa, los equipos también pueden incorporar a jugadores en formación, profesional o federado cuyo contrato laboral haya finalizado antes del final del período de inscripción principal y que no haya sido reclasificado como amateur podrá ser inscrito una vez finalizado dicho período.
Además, si un club entra en concurso de acreedores y, por eso, rompe el contrato (o convenio de formación) de un jugador entre la ventana principal y la complementaria de inscripciones, ese jugador puede fichar fuera de plazo. Sin embargo, en caso de que el futbolista tenga un convenio de formación, no puede jugar partidos oficiales hasta que empiece la siguiente ventana complementaria de fichajes después de registrar su licencia.
Asimismo, los futbolistas cedidos pueden volver en cualquier momento a su club de origen para romper su contrato de forma inmediata o para salir de nuevo traspasado/cedido a otro equipo. Si la revocación se produce entre el cierre de la ventana principal y la apertura de la ventana complementaria, ese movimiento no computa como ‘jóker’. En cambio, si el jugador es transferido de inmediato a un club profesional francés en ese mismo periodo entre ventanas, sí contará como ‘jóker’ para su nuevo club.
Una normativa de uso recurrente
Pese a ser algo nuevo y desconocido para el público español, lo cierto es que los clubes franceses ya llevan años haciendo uso de este comodín y su uso es algo que está muy normalizado en la Ligue 1. El Brest cerró hace escasos días la incorporación de Soumaila Coulibaly, del RC Strasbourg, en calidad de cedido. El Auxerre también se benefició de esta norma al cerrar, el 5 de septiembre, la cesión de Sékou Mara, también procedente del equipo de Estrasburgo. Además, el Olimpyque de Lyon hizo lo mismo la temporada pasada, al cerrar por cuatro millones de euros a Jordan Veretout, procedente del club rival, el Olympique de Marsella.
