El Periódico


Cuando llega la primavera, los nervios afloran entre los diplomáticos españoles que esperan su siguiente destino. Lo llaman “el bombo”, y es el proceso por el que el Ministerio de Exteriores decide a qué país del mundo irán a vivir y trabajar (Australia, China, Marruecos, Angola…). Unos tres meses después deben incorporarse a su destino. Poco tiempo para organizarse, se quejan estos funcionarios.

Source link

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *